Voy a aclarar que este escrito es una FICCIÓN, un cuento, una historia imaginaria. No estoy dando ideas. No va a pasar, principalmente porque en este país de cagones se hace difícil encontrar un Ciudadano. Faltan huevos, amigos. Simplemente en mi cabeza la vida sería así. Y es una vida mucho mejor que la que estamos viviendo todos.
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La noche era negra como el futuro. El Ciudadano estaba esperando detrás del furgón a que su víctima, en realidad verdugo, llegara al punto marcado con una X.
El Ciudadano era una persona normal y corriente. Tenía un trabajo de mierda que sólo le daba para pagar y del que iban a despedir. No podía ejercer de lo que había estudiado. No podía permitirse el lujo de irse de casa de sus padres. Su relación de pareja se había ido al traste porque ni su novia ni él veían con esperanza el futuro. El Ciudadano era un hombre formado, había leído, tenía ideales, creía en algo mejor. Pero la sociedad era un estercolero y él no sabía cómo llevar sus ideas a la acción. Él era un simple hombre, uno sólo, una hormiga a la que aplastaría ese sistema decadente y corrupto. Nadie hacia nada. Y cada día, cuando leía el periódico o veía la televisión, entraba en un estado de... no sé cómo llamarlo. De ira muda, de llanto escondido. De vergüenza. De rabia. De venganza.
El Ciudadano observó cómo bajaba su víctima del coche oficial y puso los ojos en blanco. "Cabroneshijosputa...", su mantra especial. Respiró hondo y entró en la casa por la puerta de servicio, con uniforme de camarero. Todo estaba pensado, todo estaba calculado al milímetro. Escuchó a su víctima decirle a alguien que lo dejaran solo, entró en su despacho y se dispuso a llamar por teléfono. El Ciudadano respiró hondo. Notó las pulsaciones de su corazón. Entró en el despacho silenciosamente y con el cable en la mano, se situó detrás de la víctima mientras le estrangulaba con todas sus fuerzas. No hubo nada más, sólo silencio. Sencillo, discreto, magnífico. El Ciudadano hervía entre el sentimiento de triunfo, de alivio y el de culpa por haber quitado una vida. "No, debe morir para arreglar todo lo que ha estropeado. Ellos seguirán haciendo sus leyes para que Ellos mismos las puedan incumplir. No. A mí me duele privarle del aliento a otro ser humano, Ellos no sienten dolor por nosotros y nos quitan la vida poco a poco, viéndonos sufrir. No."
El Ciudadano dejó un papel escrito en la boca de la víctima antes de irse y volver a ser una hormiguita más.
"Cuántos queréis que aparezcan sin vida. Yo necesito que los governantes tengan vergüenza, tengan humanidad y trabajen para nosotros. Si no existe eso, los ciudadanos tenemos el deber de vengar la libertad mutilada."
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