¿Quieres decir que no nos falta un cuarto de hora a todos?
Creo que, tal y como está la vida, a todos nos hace falta desconectar del bucle asqueroso en el que estamos anclados. Sí, ese bucle de pensamiento que va del "no tengo dinero ni veo futuro" al "para qué habré estudiado yo", pasando por el inevitable "me veo viviendo en casa de mis padres hasta las 35". Todos estos pensamientos desesperan y son tan dañinos como tener un bicho dentro que se come tus entrañas. Necesitamos desconectar de ellos.
Es cierto que fácil no sería.
Las personas que nos rodean no es que nos ayuden mucho, en general. La quinta de nuestros padres no entiende que estemos tan frustrados y desencantados. La de nuestros abuelos, menos aún. Nos quedan, por lo menos, las amistades, que nos apoyan aunque también están jodidos.
Estamos desanimados y nos afecta a todos los niveles; nos rallamos más, ya no sólo por el hecho de no tener trabajo, si no por tooooodo lo que nos rodea. Todo es susceptible de ser mierda, porque nos hemos puesto en los ojos las "gafas de la mierda", y vemos la vida a través de ellas. Os explico cómo funciona esto de las gafas, yo es que lo tengo clarísimo. Si estamos bien, todo lo que nos rodea lo miramos desde el bien, todo funciona. Cuando algo va mal, nos ponemos estas "gafas de la mierda", que convierten a aquello que estaba bien en mierda seca. Si realmente estaba bien, ya se encarga uno mismo de que acabe siendo una mierda como una catedral, como la que ve desde sus gafas. Esas gafas son diabólicas. Pero parece que hoy en día están de moda.
Nos obsesionamos en nuestro bucle infinito. Nos obsesionamos y no ganamos nada. Sólo estar cada vez más nerviosos, más intranquilos, más asustados, más tristes.
Somos la generación del NO, del desengaño y del desespero. Aún así, nosotros somos el futuro, por mucho que no lo veamos, y debemos luchar para que sea el futuro que queremos, que nos merecemos. O acabaremos todos medicados.
Las farmacéuticas se van a hacer de oro.
Soy una buscadora de experiencias profesional. Me encantan los libros y los calcetines. Dicen de mí que soy egocéntrica, impulsiva y que tengo diarrea verbal incontrolada. Y que me compre un poni. Pero lo más importante es que el absurdo me persigue. Y ya que me persigue, yo también juego.
sábado, 23 de febrero de 2013
jueves, 21 de febrero de 2013
El último cigarrillo
Quizás no será el último para siempre, pero por hoy lo es.
Quizás todo lo que he fumado se ha acabado ya, o quizás no.
Posiblemente aún fumaré mañana.
Pero hoy es el último.
He puesto un punto.
Está por decidir si es punto y seguido o punto y final.
Quizás todo lo que he fumado se ha acabado ya, o quizás no.
Posiblemente aún fumaré mañana.
Pero hoy es el último.
He puesto un punto.
Está por decidir si es punto y seguido o punto y final.
miércoles, 20 de febrero de 2013
El diablo, ese gran personaje
En la clase de hoy vamos a hablar de ese gran personaje conocido como Satanás. Es cierto que sale de la religión, sí. Pero darme una oportunidad, no voy a hablaros de religión. Antes me meto en la bañera con el secador enchufado. Además os va a gustar, tomároslo como que es un personaje de Spielberg, que sé que os mola. Satanás tiene infinidad de nombres, Belcebú, Lucifer, Belial, Satán, Leviatán... pero todos se refieren a lo mismo, es una manera de llamar al mal.
Me gusta especialmente Lucifer, el portador de luz, el ángel caído, el divino tentador. Un nombre como muy de El señor de los anillos. Este... tío, por llamarle algo, era sabio y guaperas y estaba en el bando de los guays del instituto, pero se enfadó con el líder del grupo y se reveló contra él. Porque consideraba que, como era más de todo que nadie, tenía que estar por encima. Así que se consideró el enemigo y debe morir. Así, como resumen, esta es la historia. Mágica, no? Nada que ver con hoy en día. El chaval sería el portador de luz, pero muchas luces no tenía. Pero iba de listo, y algún rosco que otro se comió. Hay gente a la que encandiló con sus tonterías de pseudolisto guaperas. Os explicaré qué significa pseudolisto, palabro que me he inventado yo. Los pseudolistos son personas que por saber hablar, capacidad que tenemos los seres humanos (como aplaudir, que te lo enseñan y lo aprendes al año de vida) se creen que son super listos. Casi casi que se escuchan a si mismos y se corren porque se creen dioses. Esa gente, ya sabéis, ESA gente. En este país de lastimica hay muchos como Lucifer. La mayoría trabajan en lo mismo, bueno, trabajan... Hacen ver que trabajan. Gobiernan, mueven el dinero, tienen grandes empresas. Estafan a la gente, sin parar, sin reservas, a lo loco. Porque se creen mejores que nadie, más guapos, más sabios, más de todo. Y siguen ahí, como pseudolistos que son.
Explicaré la historia de Satán con una metáfora de peli americana, así seguro que a todos os queda más claro. Satán quería ser cheerleader pero llevaba gafas, y todos sabemos que a la chica de gafas nunca la dejan entrar en el equipo (aunque, chatis, yo no quiero decir nada, pero ¿sabéis que existen las lentillas? Tontacas). También se le conoce como anticristo, porque no le gustaba el sistema de relaciones en el instituto y se sublevó contra el quarterback del equipo (y los que seguían al quarterback como corderillos). Todos sabemos que a la media hora de peli lo lincharán. Va a morir, socialmente y puede que también literalmente (hoy en día los adolescentes están muy mal). Al pobre portador de luz anticristo no lo quería nadie por pasarse de listo y querer ser el que manda y ordena. Eso a los seres humanos no nos suele gustar, que nos manden y ordenen. Y a los jóvenes americanos de instituto menos. Bueno, se ve que nosotros, los españolitos, podemos aceptarlo si nos lo venden como que nosotros elegimos a quién nos manda y ordena, pero así a las bravas, ni de broma.
Belial es otro nombre que me encanta por su contenido metafórico en cuanto al significado: el de ganancias corruptas. Sí, sí, como lo leéis. El de ganancias corruptas. EL DE GANANCIAS CORRUPTAS. Es considerado el príncipe del infierno, como no podía ser de otra manera. Por lo que se ve, tiene muchos seguidores en este país de pandereta. En el infierno, que debe ser un bar clandestino y vip de Madrid, están todos juntos, revolcándose entre los billetes de los sobres que cobraban. Los titulares deberían compartir esta sabiduría con el pueblo. Hay Beliales en Españistán, corran, no miren atrás. Son todos unos hijos de Belial. Hay que decirlo más.
Todas estas reflexiones me hacen pensar que el mundo es exactamente así, con corderillos y con guaperas que van de listos. Con los de las ganancias corruptas en sobres. Los demonios existen y no viven en la otra vida, no. Viven en este país, que cada día hace llorar a más gente. Blanco y en botella, pegamento.
Me gusta especialmente Lucifer, el portador de luz, el ángel caído, el divino tentador. Un nombre como muy de El señor de los anillos. Este... tío, por llamarle algo, era sabio y guaperas y estaba en el bando de los guays del instituto, pero se enfadó con el líder del grupo y se reveló contra él. Porque consideraba que, como era más de todo que nadie, tenía que estar por encima. Así que se consideró el enemigo y debe morir. Así, como resumen, esta es la historia. Mágica, no? Nada que ver con hoy en día. El chaval sería el portador de luz, pero muchas luces no tenía. Pero iba de listo, y algún rosco que otro se comió. Hay gente a la que encandiló con sus tonterías de pseudolisto guaperas. Os explicaré qué significa pseudolisto, palabro que me he inventado yo. Los pseudolistos son personas que por saber hablar, capacidad que tenemos los seres humanos (como aplaudir, que te lo enseñan y lo aprendes al año de vida) se creen que son super listos. Casi casi que se escuchan a si mismos y se corren porque se creen dioses. Esa gente, ya sabéis, ESA gente. En este país de lastimica hay muchos como Lucifer. La mayoría trabajan en lo mismo, bueno, trabajan... Hacen ver que trabajan. Gobiernan, mueven el dinero, tienen grandes empresas. Estafan a la gente, sin parar, sin reservas, a lo loco. Porque se creen mejores que nadie, más guapos, más sabios, más de todo. Y siguen ahí, como pseudolistos que son.
Explicaré la historia de Satán con una metáfora de peli americana, así seguro que a todos os queda más claro. Satán quería ser cheerleader pero llevaba gafas, y todos sabemos que a la chica de gafas nunca la dejan entrar en el equipo (aunque, chatis, yo no quiero decir nada, pero ¿sabéis que existen las lentillas? Tontacas). También se le conoce como anticristo, porque no le gustaba el sistema de relaciones en el instituto y se sublevó contra el quarterback del equipo (y los que seguían al quarterback como corderillos). Todos sabemos que a la media hora de peli lo lincharán. Va a morir, socialmente y puede que también literalmente (hoy en día los adolescentes están muy mal). Al pobre portador de luz anticristo no lo quería nadie por pasarse de listo y querer ser el que manda y ordena. Eso a los seres humanos no nos suele gustar, que nos manden y ordenen. Y a los jóvenes americanos de instituto menos. Bueno, se ve que nosotros, los españolitos, podemos aceptarlo si nos lo venden como que nosotros elegimos a quién nos manda y ordena, pero así a las bravas, ni de broma.
Belial es otro nombre que me encanta por su contenido metafórico en cuanto al significado: el de ganancias corruptas. Sí, sí, como lo leéis. El de ganancias corruptas. EL DE GANANCIAS CORRUPTAS. Es considerado el príncipe del infierno, como no podía ser de otra manera. Por lo que se ve, tiene muchos seguidores en este país de pandereta. En el infierno, que debe ser un bar clandestino y vip de Madrid, están todos juntos, revolcándose entre los billetes de los sobres que cobraban. Los titulares deberían compartir esta sabiduría con el pueblo. Hay Beliales en Españistán, corran, no miren atrás. Son todos unos hijos de Belial. Hay que decirlo más.
Todas estas reflexiones me hacen pensar que el mundo es exactamente así, con corderillos y con guaperas que van de listos. Con los de las ganancias corruptas en sobres. Los demonios existen y no viven en la otra vida, no. Viven en este país, que cada día hace llorar a más gente. Blanco y en botella, pegamento.
martes, 19 de febrero de 2013
Nosotros, los jóvenes.
Hay
personas muy desdichadas. ¿Por qué no pueden simplificar y valorar justamente
las cosas y ser felices con lo que tienen? Yo no soy diferente a ellos, soy un
ser humano con sus ilusiones, decepciones, alegrías y desengaños; buenos y
malos tiempos. Como todos. Intento ser feliz, no me ahogo en un vaso de agua.
¿Por qué les cuesta tanto darse cuenta de lo realmente importante, de que están
vivos y eso es lo que cuenta? ¿De que sólo tienen una vida y que aprovecharla
es su única obligación? ¿Por qué no pueden permitirse simplemente vivir?
Aprendí que sólo tengo el aquí y ahora, mañana quién sabe qué
pasará. Y me va muy bien la mayor parte del tiempo, mucho mejor que antes
cuando me ahogaba en vasos de agua. Antes pensaba: la vida es un gran pozo oscuro. No.
La vida puede ser lo que quieras. La vida es lo que tú hagas con ella. Tú eres el autor de la historia, el pintor, el cineasta, el artista.
En estos tiempos difíciles para nosotros, la juventud, lo único que nos queda es la fuerza y el optimismo, el ímpetu que por edad nos toca tener. Debemos adaptarnos, así sobreviviremos. Tenemos que cambiar los planes que habíamos heredado y construir un nuevo futuro. Y quién no sepa hacerlo, desaparecerá. Como han desaparecido los sueños de nuestros padres. Como desaparecen las ideas que no se escriben.
Estos días van a acabar con nosotros.
Y nosotros es lo único que tenemos.
miércoles, 13 de febrero de 2013
Mal. Muy mal.
Buscando noticias sobre la retirada a tiempo del Papa de Roma, he encontrado las incontables noticias sobre mierdas varias de la "santa" Iglesia. Pero sin duda, éste titular me ha dejado eclipsada del todo. Y también he tenido que tomarme una tila, porque saca de quicio. Si vais a leer el artículo, preparad tilas, o horcas.
La humanidad está loca. Eso ya lo
sabía. Pero que alguien pueda hacer estas declaraciones en un medio de
comunicación y que no sea juzgado, me parece inconcebible. Es que no encuentro
palabras para describir a este señor (por llamarlo algo, que de señor tiene
poco). En el siglo XXI, cuando hace años que se aprobaron los derechos humanos,
se abolió la esclavitud, se aprobaron los derechos de la infancia, los
trabajadores consiguieron que se les concedieran también unos derechos bien
merecidos, cuando parece que tenemos clarísimo lo que está bien y lo que es
abominable y condenable, después de muchas duras batallas por conseguir todos
estos beneficios para la humanidad, a este señor se le ocurre que los culpables
de los abusos sexuales a menores son las víctimas, los menores. Y no sólo eso,
es que se le llaman abusos porque vete tú a saber, según este señor es todo
consentido, los menores están deseándolo… No entiendo. ¿Los menores abusan
sexualmente de los adultos? Qué manera más vil y rastrera de proteger su
conciencia, señor obispo. La historia, contada por este hombre, cambia
bastante. Los verdaderos culpables son víctimas, que se han dejado seducir por
los niños, que como todos sabemos, van salidos. Todos esos niños de 5, 7, 10
años que han sufrido abusos sexuales por parte de mentes putrefactas, en
realidad se lo buscaron porque querían. ¿Qué? ¿QUÉ? Si yo fuera una de las
madres de esos niños, no sé qué le hago al obispo.
Incluso comparó los abusos de
menores con la homosexualidad. Como buen representante de la “santa” Iglesia, dijo que “perjudica a las
personas y a la sociedad”. Dice el señor obispo: “la persona practica [la
homosexualidad] como puede practicar el abuso de menores”. Pero qué lástima. ¿A
quién le hace daño, a quién le molesta, lo que dos personas hagan en su
intimidad y libremente? En cambio, señor obispo, ¿no cree usted que en los
abusos sexuales alguien sale dañado, perjudicado, dolido…?
Si la Iglesia no
sabe distinguir entre la libertad de las personas y un delito, acabará por no
tener ni un fiel (a no ser que sean tooooodos pederastas, claro. Pasará a llamarse el Club del pederasta y será ilegal).
En fin, que a veces me desilusiono por vivir en este mundo y compartirlo con personajes así. Luego me acuerdo de Da Vinci o Einstein y ya se me va pasando...
lunes, 11 de febrero de 2013
Reflexión del día: la fe
El hecho de que el Papa de Roma dimita me ha dado mucho en que pensar. A parte de la corrupción, de que pienso que la Iglesia es un vestigio medieval, de que creo que deberían muchos otros políticos seguir el ejemplo de Benedicto (yo sigo pensando que es el segundo de a bordo de Voldemort, de la saga Harry Potter), lo que más me fascina del tema religioso es el concepto de fe.
Pienso mucho en la fe. El
concepto fe para mí es muy llamativo. ¿Qué es la fe? Es algo valiosísimo. La fe
mueve montañas, y, aparte de una excavadora, no hay nada más que pueda hacerlo.
¿La fe es una manera de controlar a la gente? Actualmente no controlan mucho
con la fe de la gente. Antiguamente sí, porque faltaba cultura, necesitaban
creer en aquello que no veían porque no tenían respuestas. Hoy en día no es
así, y, sin embargo, hay fe en el mundo. ¿La fe es religiosa? No creo que sea
de una religión, sino que pertenece a la espiritualidad del ser humano, un
aspecto fundamental, una parte de todos nosotros que nos alimenta el ánimo. Se
puede tener fe en uno mismo. Se puede tener fe en el futuro. Hay quien tiene fe
en los avances científicos. Y hay quien tiene fe en dios, así en minúscula
porque puede ser cualquiera, en el dios que sea. ¿La fe es, pues, intrínseca
del ser humano? … El número de preguntas que me rondan es infinito. Y siempre
regreso al mismo lugar, ¿qué es la fe? Si hay más de un significado, que lo
hay, ¿cómo se puede decidir? ¿A través de la fe?
Creo que me quedo igual que
estaba, pero con unos cuantos minutos menos. Con la fe uno da vueltas y vueltas
para llegar al mismo sitio del que partió. Un poco tontería, sí. El ser humano, ese memo.
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